Quien se guíe por la lógica podrá inferir de una gota de agua la posibilidad de la existencia de un Océano Atlántico o de un niágara sin necesidad de haberlos visto u oído hablar de ellos. Toda la vida es, asimismo, una cadena cuya naturaleza conoceremos siempre que nos muestre uno solo de sus eslabones. ((Sherlock Holmes, Estudio en escarlata, capítulo 2,))


El razonador ideal, cuando se le ha mostrado un solo hecho en todas sus implicaciones, debería deducir de él no sólo toda la cadena de acontecimientos que condujeron al hecho, sino también todos los resultados que se derivan del mismo.

((Sherlock Holmes, Las cinco Semillas de Naranja.))


viernes, 8 de marzo de 2013

“YO ME IMPONGO NO TENER NUNCA PREJUICIOS Y SEGUIR DÓCILMENTE LOS HECHOS ALLÍ DONDE ME LLEVEN ÉSTOS.”**


** Tomado Conan Doyle,  “El hidalgo de Reigate.”

¡No tener prejuicios y confiar en los hechos! Excelente regla para pensar de manera correcta. Prejuicios vs hechos. Analicemos el término prejuicio, “pre”, es decir un juicio previo al conocimiento de los hechos, un juicio sin ningún tipo de fundamentación, mera especulación y opinión. Recordemos que un juicio consiste en decir lo que pensamos de la cosa, del suceso o de la persona. Si desconocemos los hechos que han ocurrido ¿cómo podemos expresar un juicio? Si no tenemos conocimiento de la manera en que ocurren los hechos o de aquello que son los hechos ¿cómo podemos hacer un juicio?

Analicemos ahora el término hecho. Un hecho es algo que ocurre, que acaece, que sucede. Por hecho no debe ser entendida solamente alguna acción extraordinaria ocurrida sino, simplemente, la realidad presente. Un vaso sobre una mesa, una rosa en el jardín, un ave alimentando a sus pichones, un rayo que cae en una tormenta, un rio que pasa, son ejemplos de hechos. Dice el gran filósofo Wittgenstein en su tratado lógico-filosófico que el mundo es todo lo que sucede, es decir el mundo son los hechos, entendiendo que los hechos son estados de cosas, siendo un estado de cosas la relación entre las cosas. Es decir que los hechos son las relaciones entre las cosas. Un vaso sobre la mesa es un hecho ya que es la relación entre el vaso y la mesa, ¿cuál relación? Que el vaso está sobre la mesa (existen otras relaciones, como por ejemplo, el vaso bajo la mesa). Bajo esta perspectiva, el mundo es un lugar muy complejo. Pero Wittgenstein, en un ejercicio lógico, nos abre la posibilidad de comprender los hechos, y por tanto el mundo, ya que, para una clara comprensión de estos, debemos analizar las relaciones en que participan las cosas. Y estudiar las relaciones implica conocer cada cosa y las posibilidades que son condición esencial de su existencia.

Si se quiere una inmediata comprensión del mundo y un acercamiento a lo que es la realidad, se deben seguir los hechos, a donde ellos nos lleven, no importa si son caminos nunca antes transitados. Entre el análisis de los hechos y los juicios basados en la especulación, por desconocimiento de los hechos o de sus causas, es preferible el primero. Entre desconocer y conocer es preferible conocer. Pero si vamos a conocer, es decir a estudiar los hechos, es mejor hacerlo bien que hacerlo mal. Es mejor el análisis concienzudo y no la especulación superficial. Es mejor el análisis detallado y no el estudio pasajero.

Ejemplo: Grandes hombres de ciencia, amparados por una fuerte condición lógica en sus reflexiones acerca del mundo, han propuesto caminos que en su momento eran tildados de descabellados y absurdos, pero que la comprobación empírica ha reafirmado. Mientras los sentidos nos muestran que una pluma cae más lento que un martillo, Galileo Galilei develó que se percibe así por la perspectiva en que nos encontramos, pero que la realidad es diferente. En ausencia de aire, martillo y pluma caen a la misma velocidad. Mientras los sentidos nos muestran que el sol y los astros del cielo se mueven por el firmamento de oriente a occidente, Nicolás Copérnico develó que se percibe así por la perspectiva en que nos encontramos, pero que la realidad es diferente. La tierra no está quieta en el centro del universo, sino que se desplaza por el espacio alrededor del sol. Mientras los sentidos nos dicen que las estrellas permanecen siempre en la misma posición y que su posición es inamovible porque están ahí y siempre lo han estado, Albert Einstein develó que se percibe así por la perspectiva en que nos encontramos, pero que la realidad es diferente, en un eclipse total de sol, y no visualmente sino con aparatos especiales, se ve que las estrellas cambian de posición aparente en el firmamento, lo que indica que la luz viaja por el espacio-tiempo, que se curva cerca de los cuerpos celestes por acción gravitatoria. Analizando de manera detallada y profunda los hechos, nos damos cuenta que la realidad es diferente a como la percibimos.

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