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Tomado de Conan Doyle, “El Valle Del Terror”, capítulo 1.
Afrontar los problemas bajo la guía de la razón. ¡¡La razón!! ¡¡Tan maravillosa y tan ignorada!!
Es una diosa que ha tenido sus profetas: Parménides, Sócrates, Platón, Descartes,
Kant, Newton, Spinoza, Russell, Einstein, Wittgenstein... entre otros. Y como
diosa, amada por unos y odiada por otros.
Los seguidores de la razón, es decir los racionalistas, proponen que esta debe
guiar nuestros pensamientos y nuestras acciones. ¿Qué es la razón? Es una
cualidad mental que tenemos los seres humanos. Es la capacidad de discernir los
hechos del mundo. Es la capacidad que tenemos de mostrar y demostrar cómo
funciona el mundo. La razón es un concepto compuesto de subconceptos que la
ayudan a definir. Análisis, síntesis, deducción, inducción, teoría, hipótesis,
probabilidad, interpretación, son algunos de los conceptos que se utilizan al
momento de hacer razonamientos. El antiguo maestro, y enorme pensador, Platón decía,
de manera muy acertada, que los seres humanos tenemos tres clases de
comportamientos: el concupiscente (o el de las necesidades), el irascible (o el
de los afectos), y el racional (es decir el de la inteligencia), y que es la
razón la que debe guiar nuestras acciones y controlar nuestros impulsos y
arrebatos. Siglos después, el muy brillante Freud se apropiaría de esta
enseñanza y la replantearía a su manera con los conceptos de ello, yo y superyó
manifestando que el superyó es adonde debe aspirar llegar el Hombre, ya que
este es el Hombre regido por la cultura y la inteligencia y no el Hombre
dominado por sus pulsiones.
Si me encuentro frente a un problema ¿Qué debo hacer? Estudiar el problema a la
luz de la pura razón, Es decir 1) Observar el problema. 2) Descomponerlo en sus
partes más simples (analizar). 3) Entender sus componentes y su estructura para
ser capaz de comprender el todo (sintetizar). 4) Sacar conclusiones a partir de
lo estudiado (deducir, inducir, abducir). 5) Teorizar posibles causas (interpretar,
plantear hipótesis). 6) Teorizar posibles soluciones (calcular probabilidades).
7) Revisar el proceso hasta que encuentre soluciones o, en ausencia de estas, sentido
(cómo ocurrió, por qué ocurrió). La razón ayuda a develar lo que está oculto, iluminar
lo que está oscuro, dar sentido a lo confuso y
comprender la realidad.
Ejemplo: Aristóteles manifestó que la vida surgía por generación espontanea. Decía esto
porque veía que de la basura surgían moscas y ratas. Louis Pasteur, siglos
después se dio cuenta que la vida surge de la vida y para desmentir la antigua
idea aristotélica, tan arraigada en la ciencia de la época, colocó pedazos de
carne en matraces con boquete estrecho y curvo, y mostró que las moscas
se acercaban a poner sus huevos en la carne, no pudiendo llegar a ella ya que
la curva estrecha del boquete se los impedía. Se planteó así la solución a un problema establecido
desde antiguo y se dio paso al conocimiento científico.
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