Quien se guíe por la lógica podrá inferir de una gota de agua la posibilidad de la existencia de un Océano Atlántico o de un niágara sin necesidad de haberlos visto u oído hablar de ellos. Toda la vida es, asimismo, una cadena cuya naturaleza conoceremos siempre que nos muestre uno solo de sus eslabones. ((Sherlock Holmes, Estudio en escarlata, capítulo 2,))


El razonador ideal, cuando se le ha mostrado un solo hecho en todas sus implicaciones, debería deducir de él no sólo toda la cadena de acontecimientos que condujeron al hecho, sino también todos los resultados que se derivan del mismo.

((Sherlock Holmes, Las cinco Semillas de Naranja.))


jueves, 28 de febrero de 2013

“CUANDO HAS ELIMINADO LO IMPOSIBLE, LO QUE QUEDA, POR MUY IMPROBABLE QUE PAREZCA, TIENE QUE SER LA VERDAD”**


**Tomado Conan Doyle,  “La aventura de la corona de esmeraldas verdemar.”

Posibilidad y probabilidad, dos conceptos a tener en cuenta en la Lógica y en el Pensamiento. Se entiende por posible aquello que puede llegar a ser, es decir que, por contraposición, aquello que no puede llegar a ser es lo imposible. Se entiende por probable la medida de lo posible, es decir, si es posible que un evento ocurra, la probabilidad nos dice si es inminente o remoto. Miremos un ejemplo: me ofrecen una boleta de una rifa en la que solo juegan diez números, las boletas están numeradas del uno al diez. Puedo comprar o no comprar. --- Si no compro boleta alguna, es imposible que gane, ya que no tengo número para participar. --- Si compro una boleta tengo, no solo la posibilidad, sino además la probabilidad de ganar, (esa probabilidad es medible, la probabilidad de que gane habiendo comprado un número es uno entre diez, es decir 1/10 que equivale a 0,1 un valor más cerca del cero que del uno, es decir es poco probable que gane). --- Si sale el número once es imposible que alguien gane ya que no está dentro de las posibilidades, mejor aun es imposible que alguien gane con un número diferente de los diez contemplados. --- Si compro seis números, tengo más probabilidades de ganar que de perder (la probabilidad de ganar es seis entre diez, es decir 6/10 que equivale a 0,6 un valor más cerca del uno que del cero, es decir poco probable que pierda). --- Tener probabilidad no implica seguridad. ¿Qué quiere decir? Puedo tener, de las diez boletas anteriores, nueve números comprados, lo que quiere decir que tengo una probabilidad de nueve entre  diez (es decir 9/10 que quiere decir 0,9 un valor más cerca de 1 que de 0, es decir mayor probabilidad de ganar) y puede salir el número que no tengo. Nada indica que, por tener la mayor probabilidad de ganar, gane. La probabilidad no es certeza.

Al juicio de una persona puede parecerle imposible algún suceso y sin embargo el suceso ocurre u ocurrió. Al juicio de una persona puede parecerle improbable un suceso y sin embargo es posible que el suceso ocurra o llegue a ocurrir. El hecho de que a nosotros nos parezca imposible o improbable un evento no quiere decir que no vaya a ocurrir. En la naturaleza suceden las cosas, los eventos pasan y ya. Los Seres humanos vivimos en un mar de incertidumbre, desconocemos que va a ocurrir en el futuro cercano, por eso calculamos probabilidades sobre lo posible. A veces un evento puede parecer improbable, pero por muy improbable que parezca puede ocurrir si existe la posibilidad de que ocurra.  

Ejemplo: Antes del genio de Einstein se creía que la luz del sol viajaba en línea recta. Era la ciencia del momento, la física newtoniana y era lo que se enseñaba y era en lo que se confiaba. Einstein esbozó una teoría en la que predecía que el espacio-tiempo se curvaba por la masa que albergaba. La teoría predecía que la luz viajaría por el camino establecido por la curvatura del espacio-tiempo lo cual indicaba que, en apariencia, las estrellas cambiarían de posición al ser observadas desde la tierra en un eclipse de sol. La idea parecía descabellada, imposible, absurda y sin embargo Einstein confiaba en ella, sin que nadie, antes de él, la hubiese planteado o siquiera la hubiese presenciado. Tal evento nunca había sido observado. Sir Arthur Eddington, físico experimental, corroboró la teoría einsteniana de la posición aparente de las estrellas fotografiando un eclipse de sol en África. Frente a los hechos comprobados preguntan a Einstein acerca de que hubiera sucedido si el experimento no hubiese comprobado su teoría y él responde: “hubiera sentido pena por el buen Dios, pero la teoría era correcta.”

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