Quien se guíe por la lógica podrá inferir de una gota de agua la posibilidad de la existencia de un Océano Atlántico o de un niágara sin necesidad de haberlos visto u oído hablar de ellos. Toda la vida es, asimismo, una cadena cuya naturaleza conoceremos siempre que nos muestre uno solo de sus eslabones. ((Sherlock Holmes, Estudio en escarlata, capítulo 2,))


El razonador ideal, cuando se le ha mostrado un solo hecho en todas sus implicaciones, debería deducir de él no sólo toda la cadena de acontecimientos que condujeron al hecho, sino también todos los resultados que se derivan del mismo.

((Sherlock Holmes, Las cinco Semillas de Naranja.))


domingo, 31 de marzo de 2013

“... son pocas las personas que, diciéndoles usted el resultado, son capaces de extraer de lo más hondo de su propia conciencia los pasos que condujeron a ese resultado. A esta facultad me refiero cuando hablo de razonar hacia atrás; es decir, analíticamente.”**


**Tomado de Conan Doyle, “Estudio en escarlata, capítulo VII”

¡Razonar analíticamente! Descartes, en su discurso del método, nos dejó los pasos para desarrollar una buena investigación: dudar, analizar, sintetizar, revisar. Dudar y revisar son pautas a seguir, pero analizar y sintetizar son prácticas específicas del razonamiento. Cuando se habla de una buena capacidad de pensar se habla de análisis, síntesis, deducción e inducción. Estos conceptos son claves en la lógica, que podría definirse el arte de razonar. No son los únicos, también son importantes la probabilidad, la interpretación y la abducción, pero podría decirse que las cuatro anteriores son núcleos fundamentales. Por lo pronto, Conan Doyle nos dice que la mayoría de personas son capaces de razonar por síntesis, pero que pocas personas son capaces de hacerlo por análisis. El nos dice que pensar por síntesis es pensar acorde al tiempo, es decir, que si yo veo que una pelota va en trayectoria a un vaso de cristal que está sobre una mesa, puedo anticiparme a los hechos y determinar que el vaso se va a caer y se va a quebrar, pero que si yo veo un vaso quebrado en el suelo es muy difícil que determine qué lo quebró, a no ser que sea capaz de pensar analíticamente, es decir reconstruir los hechos sin haber estado presente cuando sucedieron. Una cadena de eventos es única para un hecho específico, me explico, la caída de un vaso es producto de algo que lo hace caer. Cualquier cosa que haya hecho caer el vaso hace parte de una cadena de eventos específica, alguien que lo bota, un objeto que lo golpea, un viento fuerte, etc. Si somos capaces de observar detalladamente el lugar de los hechos encontraremos pequeños signos que nos darán indicios claros sobre lo que ocurrió y seremos capaces de hacer deducciones acertadas.

Supongamos que hay una cadena de eventos que me lleva a un hecho específico, el hecho M. La cadena de eventos que desembocan en el hecho M  es la siguiente: B-F-H-J-L. Los eventos anteriores en el orden propuesto son los únicos eventos que pertenecen a esa cadena. Puede que el evento M sea también provocado por otra cadena, la cadena: C-D-G-K. ¿Cómo saber cuál fue la serie de eventos que ocurrió? Para razonar analíticamente, es decir hacia atrás, debo ser capaz de percibir la conexión del evento inmediatamente anterior a M, ese evento me dará la conexión específica con cada evento de la cadena. Si encuentro la conexión correcta, el evento L, podre encontrar la serie de eventos que se conectan a ese y llegar así a la verdad, es decir, al suceso que da inicio a la serie de eventos, al evento B, pero una mala observación me puede poner en el camino de K y puedo llegar a conclusiones equivocadas, el evento C. Por eso es importante observar el hecho que se está investigando, detalladamente, ser minucioso, mirar a fondo, cualquier detalle puede ser indicio de lo que ocurrió.

Ejemplo: siempre se ha observado la diversidad de especies que hay en la naturaleza. Especies distintas pero con algunas conexiones. Las aves, por ejemplo, ponen huevos al igual que los reptiles. Las aves tienen herramientas específicas de acuerdo a lo que consumen, picos que pueden desgarrar la piel de una presa o romper la coraza de una semilla. Los mamíferos desarrollan el color de la piel de acuerdo al habitad que ocupan, los leones de la estepa son pardos y los tigres del bosque tienen luz y sombra. Los herbívoros tienen los dientes para cortar el vegetal y los carnívoros tienen colmillos que desgarran la piel. La ciencia no encontraba una explicación adecuada. Jean Baptiste Lamarck proponía que las especies generaban cambios en su fisiología para adaptarse al medio ambiente, la iglesia decía que los animales desde siempre habían sido así, ya que habían sido creados por Dios desde el principio, de la forma en que los conocemos. Fue el sagaz Charles Darwin quien observó mínimas diferencias en las especies de animales que habitaban sitios cercanos pero con condiciones geográficas distintas, y a partir de ahí propuso la selección natural de las especies a partir de los pequeños cambios evolutivos que permitían la adaptación al medio. El Darwinismo es un ejemplo de la capacidad de pensar analíticamente.

domingo, 24 de marzo de 2013

“...en el terreno donde sopesamos las posibilidades y elegimos la más probable. Es el uso científico de la imaginación, pero siempre tenemos una base material sobre la que apoyar nuestras especulaciones. Sin duda puede usted llamarlo conjetura...”**


**Tomado de Conan Doyle. “El Sabueso de los Baskerville, capítulo. 4”

¡Posibilidad y probabilidad, especulación y conjetura! Miremos que dice el diccionario de la RAE: Especular: Perderse en sutilezas o hipótesis sin base real. Conjeturar: Formar juicio de algo por indicios y observaciones. Posible: Que puede ser o suceder. Probable: Verosímil, o que se funda en razón prudente.

Si nos encontramos frente a una serie de hechos sobre los cuales desconocemos su origen y queremos saber sus causas, ya sea por curiosidad o por necesidad, debemos tener en cuenta que la imaginación juega un papel importante ya que debemos ser capaces de postular posibilidades, es decir ser capaces de imaginar los posibles eventos que llevaron a la manifestación del hecho presenciado. Pero la sola imaginación no es garantía de solucionar la incógnita, esta puede postular soluciones imposibles, inverosímiles, inexistentes. La imaginación debe postular primero soluciones posibles, es decir soluciones que realmente expliquen el evento ocurrido, por ejemplo, frente a un vaso roto en la mesa del comedor podemos proponer a) que le cayó un balón porque alguien estaba jugando cerca (posibilidad) o b) que se quebró porque alguien lo miró con fuerza y deseó que se quebrara y la energía de la mirada fue tan fuerte que el deseo se cumplió (imposibilidad). Después de que la imaginación postule posibilidades, se debe escoger la más probable, es decir aquella que tiene una fundamentación sólida, aquella que se basa en hechos reales y no especulaciones sin sentido. Frente al ejemplo del vaso roto se podría postular c) que se quebró porque alguien pasó cerca y lo golpeó, d) porque alguien arrojó algo y lo tumbó, e) porque por la ventana entró un objeto que lo alcanzó y lo golpeó fuerte. Si en el lugar de los hechos solo habita una persona sería especulación decir que alguien lo golpeó o arrojó algo que lo tumbara ya que sería teorizar sin una base real. Si el objeto queda cerca de la ventana pero esta está cerrada y no se encuentra quebrada, sería teorizar un imposible. Si en el lugar del evento vive más de una persona y hay alguien travieso sería conjeturar porque habría bases para pensar en esa posibilidad. Y si en efecto hay alguien travieso que en otras ocasiones ha hecho daños pues esa sería la teoría más probable que explicara el suceso. Para conjeturar de manera correcta y hacer un buen cálculo de probabilidades, hay que realizar una observación detallada de los hechos ocurridos y tener en mente qué causas antecedieron los hechos, ya que todo efecto es causado por algo con lo que se relaciona (causa - efecto). Un vaso que cae es tumbado por un objeto material que le transmite una fuerza que es capaz de tumbarlo. Un vaso no se cae sin explicación alguna.

La solución a un enigma depende de varios factores. La imaginación juega un papel importante a la hora de teorizar posibilidades, pero debe fundamentarse en una observación detallada en los hechos presentados y en conocer qué efectos se relacionan de manera directa e indirecta con qué causas. Teniendo conocimiento de causas y efectos y todos los detalles del suceso, puedo conjeturar la cadena de antecedentes y consecuentes hasta llegar al evento presente y descartar las hipótesis menos probables dando así con la explicación real del hecho o en su defecto con la explicación más probable.


Ejemplo: antes del Gran Sigmund Freud el común de las personas pensaba que los sueños eran mensajes del más allá acerca del futuro. La ciencia no se pronunciaba acerca de qué eran los sueños. Pensar en que los sueños eran una manifestación del más allá para anunciar augurios futuros es mera especulación, no existen bases solidas para tal creencia. Freud, el insigne fundador del psicoanálisis, apoyado en bases solidas, producto de su estudio sobre el cerebro y el pensamiento, propone que los sueños son causados de manera predeterminada por el inconsciente, es decir aquellas imágenes almacenadas en mi memoria crean una especie de obra de teatro cuando estamos dormidos. El libretista de tal obra somos nosotros mismos pero no de manera consciente sino inconscientemente, es decir que no lo hacemos a voluntad. La propuesta de Freud es que en los sueños que recordamos (contenido manifiesto) hay un mensaje oculto acerca de nuestros deseos o temores (contenido latente), y que al hacer análisis de lo soñado podremos acceder a el mundo oculto del inconsciente. 

sábado, 16 de marzo de 2013

“CUANDO UN HECHO PARECE CONTRADECIR UN LARGO CORTEJO DE DEDUCCIONES RESULTA DE UNA MANERA INVARIABLE CAPAZ DE SER INTERPRETADO DE DIFERENTE MANERA.”**


** Tomado Conan Doyle,  “Estudio en escarlata. Capítulo 7. Parte 1.”

¡Hechos, contradicción, deducciones, interpretación! El mundo ocurre y los seres humanos lo interpretamos. Los seres humanos somos intérpretes del mundo (y me atrevería a decir los cerebros, lo que quiere decir que todo ser con locomoción, portador de cerebro, interpreta el mundo). ¿Qué quiere decir esto? Que el mundo no es como lo vemos sino que es diferente a la imagen que tenemos en la mente. Razón tuvo Manuel Kant, el filósofo alemán, de decir que en la cosa había lo que llamamos el fenómeno y el noúmeno, lo que percibimos y lo que no percibimos, o la cosa en sí y la cosa para sí (o para mí). Razón tiene Rodolfo Llinás, neurólogo colombiano, al decir que las cosas que vemos son construidas en nuestro cerebro. Sin cerebros, que perciben el mundo y lo interpretan, las cosas son, pero no son reconocidas. El mundo que vemos los humanos es distinto del mundo que ven los animales mamíferos, aves, reptiles o insectos, y nunca podremos saber cómo lo ven ellos ya que no tenemos ni sus cerebros, ni sus percepciones.

Algunas veces percibimos la totalidad de los hechos. Algunas veces percibimos un instante de los hechos, a veces el principio y a veces el final. Si percibimos el inicio de un hecho, somos capaces, por conocimiento del evento o por síntesis, de dar con el final del evento o la conclusión. Si percibimos el final del suceso, somos capaces, por análisis, de dar con el origen del evento. Ir desde el inicio hasta el final se llama inducción, ir desde el final hasta el origen se llama deducción. Inducción y deducción son formas del razonamiento.

El mundo sucede, ocurre, acaece, simplemente pasa. Todo aquello que pasa es un hecho. Dice Wittgenstein, en su tratado lógico-filosófico, el mundo son los hechos. Y agrega que los seres humanos nos hacemos figuras de los hechos. Nos figuramos el mundo. Somos intérpretes de lo que acaece. Si somos intérpretes ¿cómo sabemos que nuestra interpretación es correcta? Generalmente los hechos permiten más de una interpretación, a ocurrido en la ciencia: en el caso del movimiento de los astros a través del firmamento, percibido por nuestros sentidos, se manejó en la antigüedad, como saber científico, que la tierra era el centro del universo y ahora se maneja, también como saber científico, que la tierra gira sobre su eje y se desplaza a través del espacio alrededor del sol (rotación y traslación); en el caso en el cual las personas ven imágenes y oyen voces, inexistentes en la realidad exterior, se manejaba en la antigüedad, como saber, la fantasmagoría o comunicación con el más allá o la posesión demoníaca, y se maneja en la actualidad la enfermedad mental llamada esquizofrenia que debe ser combatida con medicamentos. En estos dos ejemplos y en muchos otros se manejan diversas interpretaciones.

También existen eventos locales, a menor escala. Situaciones no científicas sino cotidianas como el rompimiento de una ventana, la pérdida de un objeto, un ruido que se escucha, etc. Que sucedería si por ejemplo escucho un cristal que se rompe y veo una pelota junto a los vidrios rotos. Podría interpretar que alguien arrojó la pelota contra el cristal y que la pelota produjo el rompimiento del vidrio y al atravesar la ventana quedó junto a los fragmentos del daño, o tal vez podría interpretar que la pelota estaba en el interior de la casa y que alguien pasó y con un bate rompió la ventana y los pedazos de cristal roto cayeron en el interior de la casa cerca de la pelota, o podría interpretar que una piedra rompió el cristal y que alguien de adentro de la casa retiró la piedra pero no recogió los fragmentos de vidrio roto y posteriormente la pelota rodó cerca de la ventana. Para dar con la veracidad de los hechos y la interpretación correcta se necesitan hacer deducciones y corroborar luego estas con los hechos y con las características de los hechos.

Ejemplo: Los sentidos nos muestran que el sol, la luna y las estrellas se desplazan por el firmamento alrededor de la tierra. La primera interpretación dice que la tierra es el centro del universo y que todo gira en torno a ella, fue la ciencia de Aristóteles y Ptolomeo, y esa ciencia dominó hasta mediados del siglo XVI.  La segunda interpretación es la que propone Nicolás Copérnico al ubicar al sol en el centro del universo y a todos los astros del cielo a girar alrededor de él. De esta manera explicaba el movimiento aparente de los astros alrededor de la tierra, esa interpretación fue el inicio de la astronomía moderna. La tercera interpretación es la de Giordano Bruno quien se pone a pensar que la tierra debe ser un planeta que gira junto con los demás planetas alrededor del sol y que el sol debe ser una estrella, como las demás estrellas del firmamento, y que cada estrella debía de tener un sistema planetario que las acompaña, como sucede con el sol, y que debía de haber algún planeta en esas estrellas con la posibilidad de vida inteligente, como en la tierra, y que entonces en el universo habían muchos planetas además de los del sistema solar, orbitando cada uno en su sistema estelar. Hoy en día las deducciones de Bruno han sido confirmadas desde el año 1995 cuando Michel Mayor y Didier Queloz descubrieron el primer planeta extra solar en la constelación de Pegaso. La interpretación de Giordano Bruno era correcta y la ciencia moderna lo está comprobando.

viernes, 8 de marzo de 2013

“YO ME IMPONGO NO TENER NUNCA PREJUICIOS Y SEGUIR DÓCILMENTE LOS HECHOS ALLÍ DONDE ME LLEVEN ÉSTOS.”**


** Tomado Conan Doyle,  “El hidalgo de Reigate.”

¡No tener prejuicios y confiar en los hechos! Excelente regla para pensar de manera correcta. Prejuicios vs hechos. Analicemos el término prejuicio, “pre”, es decir un juicio previo al conocimiento de los hechos, un juicio sin ningún tipo de fundamentación, mera especulación y opinión. Recordemos que un juicio consiste en decir lo que pensamos de la cosa, del suceso o de la persona. Si desconocemos los hechos que han ocurrido ¿cómo podemos expresar un juicio? Si no tenemos conocimiento de la manera en que ocurren los hechos o de aquello que son los hechos ¿cómo podemos hacer un juicio?

Analicemos ahora el término hecho. Un hecho es algo que ocurre, que acaece, que sucede. Por hecho no debe ser entendida solamente alguna acción extraordinaria ocurrida sino, simplemente, la realidad presente. Un vaso sobre una mesa, una rosa en el jardín, un ave alimentando a sus pichones, un rayo que cae en una tormenta, un rio que pasa, son ejemplos de hechos. Dice el gran filósofo Wittgenstein en su tratado lógico-filosófico que el mundo es todo lo que sucede, es decir el mundo son los hechos, entendiendo que los hechos son estados de cosas, siendo un estado de cosas la relación entre las cosas. Es decir que los hechos son las relaciones entre las cosas. Un vaso sobre la mesa es un hecho ya que es la relación entre el vaso y la mesa, ¿cuál relación? Que el vaso está sobre la mesa (existen otras relaciones, como por ejemplo, el vaso bajo la mesa). Bajo esta perspectiva, el mundo es un lugar muy complejo. Pero Wittgenstein, en un ejercicio lógico, nos abre la posibilidad de comprender los hechos, y por tanto el mundo, ya que, para una clara comprensión de estos, debemos analizar las relaciones en que participan las cosas. Y estudiar las relaciones implica conocer cada cosa y las posibilidades que son condición esencial de su existencia.

Si se quiere una inmediata comprensión del mundo y un acercamiento a lo que es la realidad, se deben seguir los hechos, a donde ellos nos lleven, no importa si son caminos nunca antes transitados. Entre el análisis de los hechos y los juicios basados en la especulación, por desconocimiento de los hechos o de sus causas, es preferible el primero. Entre desconocer y conocer es preferible conocer. Pero si vamos a conocer, es decir a estudiar los hechos, es mejor hacerlo bien que hacerlo mal. Es mejor el análisis concienzudo y no la especulación superficial. Es mejor el análisis detallado y no el estudio pasajero.

Ejemplo: Grandes hombres de ciencia, amparados por una fuerte condición lógica en sus reflexiones acerca del mundo, han propuesto caminos que en su momento eran tildados de descabellados y absurdos, pero que la comprobación empírica ha reafirmado. Mientras los sentidos nos muestran que una pluma cae más lento que un martillo, Galileo Galilei develó que se percibe así por la perspectiva en que nos encontramos, pero que la realidad es diferente. En ausencia de aire, martillo y pluma caen a la misma velocidad. Mientras los sentidos nos muestran que el sol y los astros del cielo se mueven por el firmamento de oriente a occidente, Nicolás Copérnico develó que se percibe así por la perspectiva en que nos encontramos, pero que la realidad es diferente. La tierra no está quieta en el centro del universo, sino que se desplaza por el espacio alrededor del sol. Mientras los sentidos nos dicen que las estrellas permanecen siempre en la misma posición y que su posición es inamovible porque están ahí y siempre lo han estado, Albert Einstein develó que se percibe así por la perspectiva en que nos encontramos, pero que la realidad es diferente, en un eclipse total de sol, y no visualmente sino con aparatos especiales, se ve que las estrellas cambian de posición aparente en el firmamento, lo que indica que la luz viaja por el espacio-tiempo, que se curva cerca de los cuerpos celestes por acción gravitatoria. Analizando de manera detallada y profunda los hechos, nos damos cuenta que la realidad es diferente a como la percibimos.